Todos tenemos claro que, para contener la expansión de la pandemia y del aislamiento social obligatorio, las clases presenciales ofrecidas por instituciones educativas han tenido que transitar totalmente hacia la virtualidad. Casi el 100% de la enseñanza se está realizando a través de componentes virtuales.
Situación que ha puesto «patas arriba» a gran parte (o a casi toda) la comunidad educativa. En muy poco tiempo han cambiado muchas cosas; millones de alumnos y profesores se refugiaron en sus hogares usando el acompañamiento virtual mediado por un computador, Tablet o móvil y la Internet.
Lo que para muchos resultó una oportunidad para fortalecer los modelos de aprendizaje digitales con todas sus ventajas, para otros se convirtió en un verdadero desafío. Un desafío forzado, inesperado y no planeado, para el que muchos no estaban preparados.
Entre los más impactados están los profesores, que ahora trabajan más de 10 horas online transcurridas entre preparar, dictar las clases, atención a padres y estudiantes, papeleos y procedimientos, labores que en muchos casos se extienden a los fines de semana, e incluso algunos profesores comentan que se han convertido en maestros 24/7 por estudiantes que en la medida de sus recursos envían y cumplen tareas sobre los límites de la media noche.
Por otro lado, los estudiantes y sus extremos sociales, con carencias económicas y capacidades tecnológicas, viéndose a gatas para ponerse al día en clase con o sin medios tecnológicos.
De cara a esos estudiantes, son los docentes quienes terminan mediando entre esas y otras inequidades y sus diferencias significativas, transformando su capacidad con recursos cada vez más funcionales e interactivos, útiles desde lo pedagógico, reusables para la institución y viables para su creador desde su capacidad en tiempos y economía.
Lamentablemente, muchos profesores carecen de una formación tecnológica apropiada para la transición de las clases presenciales hacia mundos virtuales, que no son pequeños y están plagados de conceptos como: Herramientas tecnológicas y pedagógicas, plataformas elearning, aplicaciones en la nube, producción, diseño y edición de materiales para clases online, multimedios, infografías, proyectos interactivos, etc.
Temáticas en constante actualización y que deben ser descubiertas en muy poco tiempo, yendo de la clase tradicional, hacia la que actualmente se dicta mirando una diminuta cámara en la pantalla con un limitado control de los estudiantes y sus acciones. Todo eso sumado a la atención grupal o individual por canales de chats, sin hablar de la carga laboral adicional y menos tiempo para la formación personal.
Un par de colombianos crearon un medio para resolver y balancear la carga generacional y tecnológica que ha representado este desafío: 911CLIC, un proyecto práctico e innovador que nació en plena cuarentena, de valor para profesores de toda Latinoamérica. Este emprendimiento es la primera línea de atención a emergencias digitales concentrada en solucionarle las urgencias que docentes tienen en su trabajo del día a día online.
Sandra Berrio y Edwin Bernal, sumaron a su experiencia de más de 20 años en capacitación y medios digitales, la de expertos en temas de tecnología, desarrollo, diseño, fotografía, pedagogía, transformación digital, elearning, OVAs, entre otras, y la entregaron en un portal que, a través de Chats y llamadas, ayudan a hacer más feliz el trabajo de los docentes.
Berrio titulada en tecnología e informática, quien es experta en Herramientas TIC y Metodologías Virtuales, lo resume en lo que en 911clic consideran su Mantra:
“Menos Estrés, mejores clases, menos emergencias digitales, significan disfrutar la tecnología creando y enseñando cosas increíbles dando mejor calidad de vida y más tiempo personal para los docentes”.
Bernal, Ingeniero Industrial, emprendedor y conferencista internacional, explica:
“Solo buscamos agilizar el trabajo de docentes, recuperando el tiempo que les puede tomar las búsquedas en redes, videos, blogs y portales de noticias, leyendo y clasificando comentarios y experiencias ajenas, información que muchas veces no resulta útil. Los profes necesitan ayuda y nosotros sabemos cómo dársela…”
A la fecha, y con poco menos de un mes de funcionamiento, la línea de atención ha recibido consultas de profesores en México, Perú, Colombia y Latinos radicados en USA.
Berrio nos cuenta de la variedad de las preguntas hasta ahora realizadas:
“Pasan por plataformas y herramientas mejores para dictar sus clases privadas o públicas, también preguntan por sistemas de evaluación. Hay quienes solicitan extraer información de formatos cerrados, algunas son de cómo digitalizar imágenes en texto, también tenemos casos donde nos piden consejos para mejorar sus presentaciones y algunos llegan a simular sus clases frente a nosotros; ese nivel de interacción nos encanta. Realmente hay muchas más…. Llegará el día que haremos pública nuestra base de conocimiento en la medida que se haga más grande con cada experiencia”.
“Esta es nuestra primera fase y en la medida que 911CLIC crezca, ampliaremos la oferta a otras posibilidades, por ahora nos concentramos en asistencia a emergencias que se solucionan en corto tiempo, las consultas que se consideran proyecto o consultoría las escalamos a nuestra red de aliados. Pronto lanzaremos el proyecto para profesores de habla inglesa.” Afirma Bernal.
La virtualidad llegó para quedarse y aunque la transformación digital de la educación está a medio camino, proyectos de este tipo trabajan directamente de la mano de los involucrados, ofreciendo soluciones inmediatas para que los profesores y estudiantes cumplan su misión ya sea para los espacios virtuales como los de la capacitación presencial.
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